el flagelo del calzón

A colación del post anterior, hoy nos introducimos en otro de los hitazos del verano.
Porque el varón de nuestras pampas no sólo tiene el termostato demasiado sensible y clama morir de calor con 25ª; el varón de nuestras pampas, y más que nada el varón de nuestras pampas entrado en años, gusta de quedarse en cuero a la primera de cambio, e incluso, va más allá. Y en esas ocasiones en las que va más allá, a nosotros, espectadores involuntarios de tamaño show, nos encantaría quemarnos las retinas con un carbón al rojo vivo. 
Porque a veces, el varón entrado en años decide que es de lo más normal andar por la vida sólo muñido de ese trapo minúsculo que no llega a taparrabos. Ese trapo que dejaría mal parado hasta el mismísimo George Clonney.  El slip. Una verdadera porquería. Otro flagelo que llega con el verano.

la tercera guerra mundial comenzó con la frase "¿no apagarías el aire?"

Eso de la guerra de los sexos es una estupidez, hasta que llega el calor (más conocido como "la calor") y comienzan las batallas impías por la temperatura en la que debe estar el Aire Acondicionado.
No sé qué gen esquimal poseen la mayor parte de los humanos del género masculino que ante la más mínima elevación de la sensación térmica, salen corriendo al grito de "Uuuuh, qué calor que hace acá" y encienden el aire acondicionado para desgracia de las féminas que comparten el mismo espacio y que, en el 90% de los casos, simplemente se cagan de frío.
Conocozco gente en situación de adolescencia que pone el aire en 17°. A ver nene, si te querés mantener joven y lozano es problema tuyo, no me quieras criogenizar a la fuerza porque a mí las arrugas ya me salieron.
En una oficina en la que solía trabajar había mujeres que se arropaban con frazadas, sí fra-za-das, porque no soportaban la temperatura ambiente, y como la mayor parte del plantel era masculino, no había tu tía.
Para peor, los varones suelen argumentar cualquier tipo de sandés con tal de no abrir una ventana o subir un grado la temperatura del AA, diciendo cosas como que una se puede abrigar, en cambio ellos, consumidos por el fuego interno, no pueden "sacarse la piel" (sic, no voy a dar nombres).
Por las barbas de Papá Noel, me querés decir en qué universo 25° se considera un "calor infernal" que merece gestos dramáticos, onomatopeyas de todo tipo alla Coca Sarli y corridas al baño a mojarse la cabeza (¿por qué, Fortuna, ¿por qué?).
¿Es posible que la naturaleza nos haya equipado con termostatos diferentes? Y si es así, ¿con qué objetivo? 
Volvamos al viejo y querido ventilador. O firmemos un compromiso de no agresión térmica. Para que a mí no se me congelen las patas, mientras vos sudás la gota gorda.
 

el bebé flotador

¿El bebé no te flota y este verano estás decidido a irte de vacaciones a un lugar con pileta, playa y/o lago? ¿Ya probaste tirándolo a la bañera llena y lo único que obtuviste fue un video graciosísimo para subir a internet y recibirte como el padre más sádico del mundo?
¿Estás intentando enseñarle a nadar a un ser humano que ni siquiera sabe comer sin atragantarse?
No importa, para cosas como esta existe el capitalismo (?), y por una pequeña suma ya puedes hacerte de un aro flotador para el cogote de tu pequeño, de la afamada marca Swimava
Dentro del agua es un método practiquísimo para dejar a tu niño a la deriva mientras vos hacés una mortal para atrás y te rompés la crisma. Y fuera de ella, resulta un collar divino, estilo "bebé jirafa" con reminicencias africanas. 
No me digas que no es una maravilla. Yo, ya estoy corriendo a comprarme uno.




chiquilines

Ahora que hay un niño en la casa los juguetes de sus padres pasan desapercibidos. Porque claro, ya nadie pregunta qué razón de ser tiene ese Bob Esponja del tamaño de un nene de 5 años. 
El problema surge cuando algún invitadito reclama ese autito tan lindo, ese muñeco de allá, el yo-yo de esa mesita. Ahí es cuando uno de los adultos debe intervenir. 
-No querido, con eso no se juega. 
-¿Por qué? ¿No es un juguete? 
-Sí, es un juguete, pero es mío... y no te lo presto.